TU PARTE DEL TRATO
Bueno,
está bien, hagamos un trato:
puedes
mentir cuanto quieras, yo
fingiré
creerte
mientras
estés a mi lado y el tiempo
se
vierta en los albergues
de
la agitada efervescencia
como
atraviesa un extraño su propia vida,
como
transita un arroyo la noche oscura.
Puedes
mentirme.
Fingiré
creerte.
Sonreiré
a tu lado.
Compartiré
mis brazos
cuando
a la tarde le crezcan puñales,
cuando
el deseo se arrime a tu vientre
y
vengas a mí
cansada
y herida
desataré
la lluvia,
desmontaré
los nudos,
abrigaré
tu pecho
con
mi fuerza última, siempre,
mientras
estés a mi lado y el tiempo,
arena
licuada,
se
nos disuelva entre los dedos,
puedes
mentirme.
Pero
no te vayas aún,
no te retires
no te retires
más
allá de este pacto,
aunque
la calma,
aparente, predecesora,
aparente, predecesora,
quiera
enterrarnos
bajo
el discreto recuerdo
de
lo que fuimos.
DAVID MINAYO, 2014
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